Soy consciente de las ideas y
preconcepciones que todo aquel que no le interese el anime tiene sobre este, pero denme 5 minutos para explicarme ¿okey?
El anime y manga es un tema algo
complicado de abordar. La principal razón de esto es que casi no hay grises en
este asunto y la línea suele dividirse en te gusta o no te gusta, viste algunos
o nunca viste nada. En cuanto a mi posición en este supuesto debate que me
inventé, yo soy de los que consume animes, tuve mis épocas donde miraba en mayor
cantidad pero ahora mismo soy bastante reacio para ver algo proveniente de
Japón, no por nada, es simplemente que la gran mayoría de series actuales me
aburren y me da pereza siquiera empezar alguna, por más que interese por alguna razón.
Acá es cuando llega Great Pretender que simplemente con su tráiler me atrapó
con su genial estética y estilo, prácticamente me gritaba que la mire a todo pulmón. Pero de
nuevo, la pereza me ganó y empecé a posponerla y a posponerla y a posponerla
hasta que por fin, en una tarde de un sábado de octubre sin nada más que hacer
puse el primer episodio. Después el segundo. El tercero. El cuarto, quinto,
sexto... en este punto creo que se entendió que me vi toda la primera temporada
ese mismo día ¿no?
Great Pretender tiene como protagonista a Makoto Edamura, el autoproclamado mejor estafador de Japón, aunque solo se dedique a vender productos de dudosa calidad a inocentes ancianas y a engañar a extranjeros descuidados. Durante uno de estos engaños Makoto se encuentra con un extraño francés llamado Laurent, quien le enseñara como trabajan realmente los verdaderos estafadores en las ligas mayores. Luego de un viaje hasta Hollywood, Makoto termina formando parte de un grupo de estafadores formados por el mismo Laurent y una chica llamada Abby. El plan de estos es dejar sin nada a un famoso productor de cine que también es líder de la mafia, proxeneta y distribuidor de drogas.
Realmente yo no soy un gran fanático
de las películas de robos como La Gran Estafa o Los Ilusionistas por nombrar
algunas, pero por supuesto que reconozco lo entretenidas que pueden ser si
están bien hechas y lo más importante, si tienen un buen equipo para llevar a
cabo el plan elegido. Bueno, Great Pretender tiene eso, son un grupo
particular, cada quien con habilidades particulares que crean y se desenvuelven
en situaciones totalmente imposibles e increíbles. Individualmente cada
personaje es interesante y entrañable, cada uno tiene su propia historia de
porque es así y porque hace lo que hace. Tienen metas, esperanzas, rencores,
traumas y demonios internos, pero por sobre todo son profesionales en el arte del engaño y lo
demuestran ni bien llega el momento de poner el plan en marcha. Son maestros en
lo que estafas refiere y utilizan cada porción de su imaginación, ingenio y
recursos que posean (o no) para sacar adelante situaciones que se salen de su
control y que ponen el peligro a todo el plan, pues fallar no es solo perder
la oportunidad de su vida para volverse ricos (y quizás hacer justicia), fallar
significa morir y claramente, ninguno de los personajes pretende que su vida
acabe ahí. Y por supuesto nadie que esté viendo la serie quiere eso.
Realmente quiero hablar sobre el
apartado visual cuanto antes, porque es HER-MO-SO. En la ficción y
principalmente si es animación, soy un partidario de dejarse llevar por la
imaginación y que no nos den lo mismo de siempre, sino que sea impresionante y
nuevo, que se den el lujo de mostrarnos nuevas formas de ver el mundo, con
otros ojos, con otros colores. Great Pretender no busca el realismo en su
apartado visual, busca ser llamativo y para ello no solo su diseño de animación
y personajes es uno tan atractivo a la vista, toda su estética y paleta de colores es increíble. Va desde los colores suaves a más brillantes, pasa por tonos
pasteles y luego combina todos para darnos planos hermosos, que no solo son
agradables de ver sino que nos pueden decir todo lo que necesitamos sobre el
estado emocional y psicológico de un personaje. Realmente el equipo encargado
del arte y la fotografía hicieron algo sumamente apreciable y entretenido. Y ni
hablar de lo genial que se ve la intro animada utilizando un estilo Saul Bass o los
créditos finales que homenajean al mismísimo Freddie Mercury.
Prácticamente toda la banda sonora
de la serie es jazz y si vieron La La Land saben lo que es el jazz. Es una
guerra con instrumentos, los cuales siempre se superponen y reescriben lo ya
escrito, es una guerra de egos al igual que la propia serie. Verán, yo creo fervientemente
que el jazz puede ser utilizado en cualquier situación, haciéndonos sentir que
hay clase de por medio, pero al mismo tiempo puede subir el nivel y ponernos en
situaciones incomodas o de desastres. Great Pretender es un ejemplo maravilloso
de esto, pues utiliza una música suave y que deja entrever confianza y
seguridad en momentos donde las cosas van según lo planeado, donde parece que
todos siguen el guion escrito en las mentes de nuestros estafadores. En cambio,
cuando las cosas se salen de control el ritmo sube, se hace más rápido, más
explosivo, más errático y todos los caminos que los personajes parecían tener
se borran, obligándolos a escribir sobre la marcha e improvisar. ¿Mencione
también que su canción para los ya mencionados créditos finales es de hecho
Great Pretender de Freddie Mercury?
Por supuesto no creo que sea una
obra magna o algo así, pues al igual que otras películas y series de robos (las
buenas al menos) sabe ocultar bien sus errores, los ignora de forma que no te
des cuenta y continúes viendo la serie sin prestar atención a pequeñas cosas
que dejaron sin atar y que casi mágicamente resuelven y explican al final.
Básicamente es como si te dieran de beber un cóctel de respuestas después de cada giro de guion. Es en parte por
ellos que existe nuestro protagonista Makoto. La única regla implícita que
tiene este equipo es “si no servís, te vas” y a lo largo de la serie uno ve
claramente que de todo el equipo Makoto es el eslabón débil, por supuesto que
tiene sus momentos de gloria para justificarlo, pero la serie no lo expulsa del
propio equipo por dos razones: la primera es que es la brújula moral y el
corazón del grupo, es el más común e identificable después de todo. La segunda razón es
que la serie lo necesita para explicarle los planes que se le escapan a este, para así
explicárnoslo también a nosotros y de esa forma lo hacen parecer natural. De otro modo
seria como si rompieran la cuarta pared y nos hablaran directamente a nosotros.
Ya lo dije, la serie no es una obra maestra ni mucho menos, es más bien un show dispuesto a entretenerte. Un carnaval de colores y personajes variados e interesantes que te lleva por el mundo a maravillarte con su espectacular espectacularidad. Tiene planes brillantes y para que no te adelantes a la propia trama sabe muy bien que mostrarte y que no, de esa forma las sorpresas nunca acaban y te mantiene atrapado, hasta el punto de querer rever la serie una vez terminada para desenterrar secretos y pistas. Dicho todo, solo queda que entren a Netflix y vayan a verla. Y si no les agrada escuchar las voces en japonés (su idioma original) pueden verla tranquilamente en español o inglés, pues el trabajo de los dobladores es fantástico.
¿Deberías ver: Great Pretender? Por supuesto que sí.
-Escrito por: Fabricio Viccini.
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