Loving Vincent o Cartas a Van Gogh es una producción polaca de animación experimental que funciona como biografía de los últimos y extraños días del pintor Vincent Van Gogh (1853-1890) estrenada en 2017 dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman. Nominada a varios premios y ganadora a Mejor Película Animada en los Premios del Cine Europeo.
Si
remontamos a 2017 quizás no lo recordemos muy bien pero hubo una extraña
película que hizo furor en todo internet debido a su extraño estilo de
animación. Esta película fue Loving Vincent, cuya particularidad es estar
totalmente animada por oleos pintados a mano (65.000 oleos para ser precisos). La historia nos traslada a 1891, un año
después de la muerte del pintor postimpresionista Vincent Van Gogh. Allí, un
cartero amigo de Vincent le encomienda a su hijo Armand que le entregue una
carta a Theo Van Gogh, hermano de Vincent. En su viaje Armand se entera de la
muerte de Theo a causa de la sífilis y en su búsqueda por tratar de encontrar a
algún destinatario de la última carta escrita por Van Gogh termina
involucrándose de más al tratar de entender la repentina muerte de este a causa
de un disparo en el estómago.
Ver
Cartas a Van Gogh es prácticamente un viaje que roza lo psicodélico debido a su
extraño estilo de animación. Más de 100 pintores entrenados clásicamente, que
entendieran y pudieran replicar lo más fiel posible el estilo de Van Gogh
pintaron a mano 65.000 oleos (que son la cantidad de fotogramas totales que
componen a la película) y unido con algunos efectos especiales lograron llegar
a un estilo único. El resultado de este trabajo, que bien podría considerse como una locura, termino en algo jamas antes visto, pues es como si pudieras adentrarte en los cuadros del propio
artista y ver como estos cobran vida. Es hasta desconcertante en los primeros
minutos de película ver la fluidez de los movimientos, como si nuestro cerebro
no procesara bien el hecho de que una aparente pintura se moviera así o se
escuchara así. Quizás haya algunos que podrían pensar que la magia de esta titánica obra podría perderse pasada una media hora de película pero la realidad es
totalmente distinta. No importa que minuto sea porque uno se encuentra atrapado
en aquellas imágenes que parecen irreales. Los planos, las escenas y el tiempo
mismo pasa y uno se da cuenta que no quiere ver nada más que esto y podríamos estar haciéndolo por varias horas más.
Al
ser una película el sonido y la música son factores de suma importancia para
adentrarnos en la historia que nos narran y a mi parecer esto está más que bien
logrado. Los sonidos que generan los golpes, los cuervos y aves y el ruido de
las multitudes ayudan de forma ideal
para que la película se sienta viva, pues todo está en movimiento constante y
es importante que se sienta así, incluso lo más simple como el ruido del viento
moviendo las flores son necesarios para complementar a este mundo que crearon. Luego
tenemos la música compuesta por Clint Mansell y me parece hermosa. Es suave,
lenta y relajante y la vez poderosa cuando debe ser así, no se interpone en lo
que visualmente nos genera la película sino que de cierta forma nos guía a
través de este viaje, a través de los últimos días de Van Gogh.
Desgraciadamente
y a pesar de que visualmente la película es extraordinaria la historia carece
de poder. Cuenta con un elenco más que competente, entre ellos a Helen McCrory,
Saoirse Ronan y Jerome Flynn, pero sus personajes son simplemente funcionales,
cumplen con su propósito y no dejan nada más que desear. Incluso podemos
olvidarnos de que existen hasta que vuelven a aparecer (y si es que aparecen de
nuevo). La historia, por más que sea una biografía está contada de modo que
podría decirse que es un policial, y uno que ya vimos varias veces antes,
siendo lo más interesante de esta los flashbacks donde vemos al propio Van Gogh.
Con esto no quiero decir que la película pierda todos sus méritos solo por
esto, pero si se hace aburrida y sosa y como su principal gancho para mantenernos tiene su increíble trabajo visual.
Loving
Vincent tiene un poder visual innegable. Fue un riesgo que término con el
nacimiento de la primera película animada totalmente con pinturas en oleos, con
una banda sonora hermosa, pero con una historia que no logra ponerse a la par
de estas y que honestamente me parece simplona y carente del arte que la imagen
tanto desborda. Por supuesto que es una obra maestra en lo que técnica y visuales
refiere, pero trágicamente no va mucho más allá de eso y solo atrapara
verdaderamente a aquellos que ya se sienten atraídos por el cine experimental,
la pintura o por el propio Van Gogh.
¿Deberias ver Loving Vincent?
Meh…
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