Entender los mandatos familiares, los roles de género y el papel que cada unx de nosotrxs cumple en la sociedad es un tema que puede dar mucho hilo para tejer. Desde variados análisis sobre el nivel de importancia de dichos mandatos, la sociedad heteropatriarcal que releva el papel de la mujer o de cualquier otro género o incluso la postura que debemos tomar ante estas situaciones son temas que son enormemente explorados en la actualidad y que han sido igualmente analizados durante generaciones. En el año 1998, Disney estrena en los cines Mulan, una adaptación animada del poema chino ‘’Balada de Fa Mulán’’ (compuesta en el siglo XVI) que sirve para condensar todos estos aspectos. Logrando de forma magistral generar puntos de debate incluso hoy, más de 20 años después.
En un primer momento, la filosofía dentro de Mulán se hace
evidente y para eso recurre a sus canciones (todos los musicales animados de
Disney depositan un valor vital en las mismas, ya que servirán como punto de
inflexión dentro de toda la trama). La primera canción que suena en la cinta se
llama ‘’Nos vas a brindar honor’’; en la misma nos dejan en claro que
para la sociedad china de la época la
mujer debe atravesar una serie de ritos que la van a guiar hacia el camino del
honor, para esto deberá cumplir ciertos cánones de belleza, acompañada por su
capacidad de ser digna en el rol de mujer ideal para el hombre, por lo que su
valor en la sociedad se ve atravesado la aptitud de ser una esposa y una madre
ejemplar-los objetivos que debe cumplir para esto es justamente ser bella,
buena y servicial-. Todo lo demás será tarea del hombre y solo del hombre,
aquella que no cumpla estos requisitos será considerada ‘’incapaz de otorgarle
honor a su familia’’, esta culpa recae justamente en la protagonista al momento
de fallar con dichos rituales de iniciación femenina.
Todas estos señalamientos comienzan a entrar en crisis un día en el que llegan a la aldea de Mulan unos representantes del Emperador con una orden de reclutamiento; para ese momento, los hunos (al mando del temible Shan Yu) están avanzando sobre el territorio chino y pretenden invadir todo el Imperio. Las fuerzas de defensa necesitan hombres para combatir, y los necesitan de manera urgente. El gran dilema que debe atravesar Mulan es ver que su padre -quien supo ser un héroe de guerra en su pasado- está demasiado viejo y cansado para combatir (ella sabe que si su padre va a batallar, tiene más que asegurada su muerte), por lo que intenta ir en su lugar. Sin embargo, dicha petición es rechazada ¿Por qué? Porque es mujer, y las mujeres bajo ningún punto de vista pueden luchar codo a codo con los hombres. Por un lado tenemos el papel de sumisión de la mujer ante estas decisiones imperiales, y por otro la obligación de los hombres de ir en defensa del Imperio, la sociedad y de su propia familia; el deber atraviesa a estos dos géneros por igual, aunque claramente hay un desbalance enorme entre uno y el otro, la película es consciente de esto durante todo su desarrollo.
Ante esta negativa, Mulan rompe con ambos esquemas: el de género y mandato, ya que decide ‘’transformarse’’ en hombre para poder ser alistada en el ejército y así poder salvar a su padre de una muerte inevitable (Este es el primer paso en la leyenda de Mulan).Con la espada de su padre decide cortarse la larga cabellera, atársela y llevarse la orden de reclutamiento, dejando en su lugar la peineta que utilizaba;de la misma forma se apropia de la armadura de su progenitor como así también de su caballo de batalla. Este momento es simbólicamente muy potente, ya que demuestra de forma explícita el intercambio de mandatos que llevará a cabo nuestra protagonista. El deber de defender a su nación no es un tema del que únicamente se puede encargar su padre.
Uno de los personajes que acompañará a Mulan en su travesía no es otro que el simpático dragoncito Mushu, quien acude en ayuda de la heroína en el momento que los ancestros de la familia (invocados por la abuela de Mulan) le dan la tarea de despertar al espíritu más poderoso de todos, ‘’El Gran Dragón de Piedra’’, para que asista a la protagonista en su travesía. Recordemos que Mushu fue anteriormente ‘’degradado’’ a una suerte de asistente ya que en su pasado no sirvió de forma correcta al antiguo jefe de familia; al igual que Mulan, este no supo llevar a cabo las disposiciones que su mandato protector le depositó, por lo que no es considerado ‘’digno’’ de servir como un espíritu guardián. Y de la misma manera que la heroína, buscará demostrar lo equivocadxs que estaban. Así es que decide ignorar esta disposición y va el mismo a darle una mano a Mulán. Es torpe, poco dado a las sutilezas y se maneja en un constante camino de lo absurdo, como si de alguna manera no terminara de tomarse del todo en serio. Al poder reconocer de forma inmediata de que las tareas que cumple Mushu en una primera instancia no distan para nada con las atribuciones de un esclavo, es llamativo darse cuenta que el actor encargado de darle voz y personalidad no es otro que el mismísimo Eddie Murphy, el famosísimo intérprete afrodescendiente con un particular registro vocal, lo dota al pequeño dragón de una personalidad y gesticulación bastante curiosa. Si recordamos la nefasta historia que envuelve a Estados Unidos en relación a sus políticas esclavistas durante siglos, no es para nada descabellado discutir que dicha elección de reparto sea producto del azar. La película está cargada de simbolismo en absolutamente cualquier aspecto de su historia y ejemplos como este hay a montones, en el caso de Mushu es evidente el mensaje que quieren dar en cuanto a construcción de personaje.
Una vez avanza la historia se nos posiciona en el momento que Mulan llega al campo de entrenamiento del ejército al mando de Li Shang, es en ese momento en donde ella descubre que los varones son desagradables. Para poder pasar desapercibida, se inventa un nombre y una identidad propia, copiando los típicos modismos masculinos en la voz y el comportamiento, llamándose ahora misma como ‘’Ping’’. Los soldados son violentos, maleducados y muy sucios; en ese momento, la protagonista se da cuenta que no quiere ser como ellos, no le interesa formar parte de los ritos varoniles. En este aspecto, la película no delimita un género binario como respuesta a todo, tiene una mirada y un mensaje más ambiguo. Mulan no solo trata al género como una simple máscara, sino que dicho elemento está presente de forma muy fluida y heterogénea. Dicha vertiente se verá enteramente explorada sobre el final de la cinta, en el arco de ‘’solución’’ a un conflicto determinado.
Para representar estas dos corrientes de análisis e interpretación, Disney sigue dando rienda suelta a sus canciones como elemento narrativo. Por un lado tenemos el tema que cantan durante los exigentes períodos de entrenamiento del ejército, en donde Li Shang y los demás entonan la letra de‘’I’ll make a man out of you’’ (traducido al español como ‘’Haré un HOMBRE de ti’’), aquí se deja en claro lo dificultoso que les resulta a todos la preparación para ser un hombre de bien, un hombre que defiende a su Imperio. Tanto ser ‘’mujer’’ o ser ‘’hombre’’ llevan consigo un deber y preparación extremadamente agotadores, ¿Esto quiere decir que hay cierto nivel de igualdad entre ambos géneros? Ni cerca.
Mulan poco a poco va superando las dificultosas pruebas que se le presentan, pero no lo hace por su fuerza ni destreza, sino que apela a su inteligencia. El film no le otorga cualidades que no posee o la transforma directamente en ‘’varón’’, sino que explota sus propias habilidades para cumplir con su destino y poder así traer honradez a la causa. El relato en torno al honor, que se nos presentó apenas comenzó la película, rápidamente se va desarticulando. En este momento, comienza muy de a poco a formarse la historia de amor entre Mulán y Li, aspecto que también será explorado pero no en el formato típico de las películas animadas en donde chico conoce a chica y se enamoran. En este caso, los primeros intereses se dan cuando Mulan está vestida de hombre, Li comienza a verse interesado en ella sin saber su condición de mujer; por lo que no es del todo correcto afirmar que se va enamorando de ella en términos heterosexuales. Acá podemos ver claramente otro aspecto en donde se trasciende los límites del género, dándonos como resultado un interés romántico que es casi ‘’Queer’’.
La escena posterior viene acompañada de otra canción que ejemplifica a la perfección el aspecto sexual mascuilino en la trama, en donde la caravana de soldados es saludada por las campesinas de un arrozal. Al ritmo de ‘’A girl worth fighting for...’’, vamos entendiendo que la verdadera motivación de los soldados es superar las hazañas militares para poder así conseguir una esposa. Lo que el film intenta expresar es que el amor, como todo lo demás, es algo por lo que hay que ser merecedor ¿Querés tener una esposa? Perfecto, serví al Imperio y demostrá que estás a la altura de dicha atribución.
Sobre el último tercio de película, el ejército logra superar una emboscada de los hunos que hubiera resultado en una masacre de no haber sido por la inteligencia de Mulan (otra vez demostrada ante sus compañeros en armas),quien logra repelerlos pagando el costo de que finalmente se sepa su verdadera identidad. Este evento da como resultado el destierro absoluto de la protagonista, quien ve con mucha tristeza la decepción reflejada en los ojos de Li Shang, quien le perdona la vida. Para empeorar las cosas, se revela que un puñado de hunos (junto con Shan Yu) logran sobrevivir y deciden embestir con todas sus fuerzas a la Capital Imperial.
El plan de la protagonista es justamente disfrazar a algunos
soldados del ejército como concubinas y así poder distraer a los hunos mientras
arremeten contra ellos utilizando todas las técnicas que aprendieron durante el
entrenamiento. Este momento me parece particularmente importante al verlo como
el punto de inflexión definitivo de la cinta. Dentro de este final condensan de
forma perfecta la pretensión de ambos mandatos explorados durante todo el
análisis. Por un lado tenemos la feminidad y la masculinidad, trabajando juntas
para poder vencer al enemigo mortal del Imperio. De esta forma se cumple la
hipótesis principal de la historia, en donde no busca desmerecer ningún mandato
sino llenarlos de significado e importancia, para eso los pone a la par y no como
elementos separados. La solución final viene acompañada también de un elemento
cargado fuertemente de simbología queer (los
soldados son travestidos y así logran vencer) consolidando uno de los finales
más llamativos y satisfactorios de la filmografía animada de Disney. Una vez
sucede todo esto, Mulan es finalmente reverenciada por todxs, que la aceptan
tal cual es y la dotan de prestigio y honor. Es en este punto que el Emperador
ve el verdadero interés de Li Zhang en ella, y decide corresponderle con su
aprobación: ‘’Una mujer así no la
encuentras en todas las dinastías’’ le dice al apuesto soldado; en este
punto se hace claro que el deseo está subordinado al mandato (no es hasta que
el Emperador ‘’aprueba’’ a Mulan que Li decide ir tras ella).
Finalmente, Mulan regresa a su hogar y le entrega la espada de Shan Yu y el emblema del emperador a su padre. Este le dice: ‘’El mayor honor y obsequio es tenerte a ti como hija… Te extrañé tanto’’, cerrando este reencuentro con un emotivo abrazo. Así comprende que lo que le da verdadero valor a su descendencia no es su género, sino que los valores y habilidades que su hija posee la hacen depositaria de todo tipo de amor, respeto y HONOR.
De todas formas, queda soltar un último cabo y es el de la
historia de amor entre Li y Mulan. Este llega a la casa de la familia de la
consagrada guerrera, quienes lo reciben con la mayor de las admiraciones y una
desbordante sorpresa. De esta manera cierra el arco de Mulan; primero se
encarga de salvar a su padre, después protege al Imperio y posteriormente
decide llevar a cabo su relación amorosa, todo con el afán de traer honor y
respeto a su familia (y finalmente a ella misma). Los mandatos, que supieron
detenerla y limitarla en una primera instancia, la dotan de significados y
motivaciones. Pudo deconstruirlos y utilizarlos para poder así, armar su propia
leyenda.
Así es como concluye esta hermosa película estrenada en
1998, enseñándonos que tu género no define nunca el tipo de valor que podés
tener. Nos enseña que el amor tiene muchísimas facetas y que no puede estar
nunca delimitado por los mandatos impuestos de
la sociedad. Pero principalmente nos muestra que la verdadera adversidad
no está atacandonos desde el otro lado de una muralla, sino que está oculta en
forma de prejuicio.
Escrito por: Francisco Rojas Lipuchesky.
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